Todo hombre tiene un espacio y un tiempo en el que se acomoda una sucesión de hechos que construyen su propia historia; a veces la mente es ajena a nuestro quehacer y perdemos el hilo de la vida.
Un taller; esa cocina es mi espacio y cada vez que mis manos se ocupan, mi espíritu vuela, nado entre los vapores de trementina, aceite y amoniaco; perfumes de mi canción que bailan la danza coqueta de pinceles viejos perturbando la paz de un lienzo en blanco.
El tiempo, mi tiempo, mi comienzo sin fin; solo estoy obsesivamente comprometido con colores y formas que se repiten.
1 comentario:
Arquimedez este Blog es un ejemplo de tu incansable energia y espiritu de trabajo. Es otra forma de que tu produccion artistica sea disfrutada por muchas personas dentro y fuera del pais. Lo compartire con mis amigos.
Su amigo
William Cornejo
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